La bicicleta
La pequeña Lulú montó en su bicicleta y dejó que aquellas ruedas la llevaran por la senda que consideraban correcta.
Un buen día, sesenta años más tarde, Lulú se cansó de pedalear. Frenó bruscamente, se bajó de aquel artefacto, lo miró con desprecio y dejándolo aparcado en aquella acera cualquiera, emprendió un nuevo camino. Esta vez, elegido por sus propios pies.
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