Tengo diez balas. Estamos cercados. No es un poema de Paul Eluard, sino el fracaso real de una revolución. Nunca debimos venir a este maldito país andino. Al principio éramos cinco mil. Cuando el ejército atacó con violencia, comenzaron las deserciones y quedamos quinientos. Las delaciones acabaron con el resto, asesinados en plena selva. Ayer comenzamos a huir los últimos cincuenta a la montaña, subiendo por una escalera de piedra que nos conduciría a la frontera próxima, pero, ¡maldito escalón!, me rompí el tobillo y nos han dado caza uno a uno. Somos diez, y quedan las últimas diez balas…
lunes, 16 de marzo de 2020
LAS ÚLTIMAS DIEZ BALAS... (SARA KOPS)
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