Tiresias
SI TE HE VISTO
Un ciego caminaba cuando tropezó con otro ciego
- ¿No ve que soy ciego? - increpó el primero, reclamando al mundo en el cuerpo de un otro al que cruzó por azar.
- ¿No ve que soy ciego? - contestó el segundo indignado por las injusticias de la vida, concentradas en ese instante en un semejante al que se negó a reconocer.
Lo que ninguno de los dos sabía es que en el lugar donde se encontraron sus caminos la visión hubiese sido inútil pues la habitación estaba a oscuras, aún si videntes hubiesen tropezado, ciegos ante la parábola cotidiana.
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