Había pedido a los Reyes que le devolvieran a su papá. Nada más, era lo único que deseaba. Pero el pequeño no recibió su regalo. La magia desapareció y su infancia con ella. Su padre, privado de libertad, ya no formaba parte de su vida.
Unas Navidades, un SMS le llega cual rayo fulminante. Nuevas pruebas y una revisión del caso que condenó a su padre, lo declaran inocente. Desvalido, llora como aquel niño que fue. Mira al cielo y luego a los Reyes en su cabalgata. Después de tanto tiempo, en cierto modo, le habían devuelto a su papá.
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