-Es difícil hacer lo que me pides-. decía Daniela. Una fuerte brisa y extensas tinieblas predecían la mala noche que estaban viviendo , Enrique respondía -Piensa muy bien por favor-. Angustia acompaña sus gestos.
Enrique torpemente intentaba consolarla. Daniela su vecina misteriosa y callada, quién sus cargas emocionales le habían jugado una mala pasada, estaba en el borde del edificio. Cruelmente el silencio tuvo un giro brusco cambiando a gritos y llantos.
Enrique se despierta , y mira por su ventana fue un sueño quizás, en segundos se desploma el cuerpo de Daniela, no fue un sueño, fue un dejavú, algo premeditado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.