jueves, 24 de agosto de 2023

Desde entonces (Camino)

El amor, cuando es verdadero, se reconoce por ese matiz asfixiante que se ancla en la garganta. Loli lo sentía y era la niña de segundo de EGB más feliz del mundo. Juan la elegía en todos los juegos y a todas las horas porque estar con Loli era como dar brillo al cielo. Y se quisieron tanto y todo y el instituto los fue llevando a otras vidas. Corría el tiempo, la droga, el aire y derrapó la vespino de Juan. Por no morir asfixiada, Loli se permitió llorar tres minutos cada día, cinco si arrecia el viento.


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