La desgracia
Quedamos con la boca abierta, no podíamos creer lo que nos contaban, no creímos que lo fuera a realizar, de haberle creído tal vez lo podríamos haber convencido de no hacerlo, lo hubiésemos hecho reaccionar o tratar.
Bueno, es tarde, ahora ya no se puede hacer nada, ya no está más con nosotros, se nos fue.
Nos comentan que en este momento todavía está en la iglesia, también esta cómplice de la desgracia.
Este hecho conmovedor nos va a acompañar en nuestras conciencias por el resto de nuestras vidas.-
Culpable fuimos nosotros por no creerle, el cura por casarlo y la que ahora es su mujer por engatusarlo.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.