Por vez primera, dio pasos firmes. Miraba curioso, olisqueaba ansioso. Los llantos por la salida de sus dientes se alternaban con las carcajadas.
Los primeros pétalos salían, iban cogiendo forma y dando color y vida.
Pensaba, sentía. Iba tejiendo su personalidad y su sentido de la vida. Mil rabietas y mil preguntas.
El almendro en flor. Un espectáculo visual, la pureza y la grandeza de la naturaleza.
"Juventud divino tesoro".
El follaje caía.
Las arrugas, aparecían.
Y, él.
Y, él.
Murió.
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