FALLOS DE MEMORIA
El hombre marcha taciturno, con pasos cansinos, en silencio, desorientado, lamiendo el suelo con su mirada y, cuando levanta la vista, la fija en puntos inconcretos sin mariposas.
De pronto, hurga en todos los bolsillos de sus ropas. Repite la misma acción varias veces consecutivas, pero cada vez con más inquietud y premura. Su mujer lo observa y le pregunta:
―Cariño, ¿se te ha olvidado algo?
―Quisiera Dios que pudiera tener memoria para responderte qué es lo que olvido.
ISIS
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