La ola de calor desnudó a la ciudad. Sus habitantes se refugiaron en la playa para poder combatir la epidemia de insomnio que esas temperaturas extremas propagaron. Cuerpos febriles por la falta de sueño, tendidos sobre la arena en el rompiente de las olas, elevaron la temperatura del mar, y este, asustado ante el humo en que se convertía la espuma de sus olas, huyó buscando tierras más frescas y sanas. Se alejó tanto, que sólo salvó a los ocupantes de la patera a la deriva.
lunes, 21 de agosto de 2023
So it goes (nopalera)
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