"Quieta; observo alrededor.
Ahí, veo esas figuras, sombras de lo que fueron; oscurecidas por el miedo, la incertidumbre, la falta de control de sus vidas.
Ahí, en mitad del negro, emergen brillos dorados; parejas que danzan, hermanos que juegan, abuelos cogidos de la mano.
Ahí, te percibo como una la luz solitaria; como luz solitaria que soy me acerco a tu oído y te susurro. Entiendes mis palabras.
Ahí, el tren se detiene, te miro, te beso, y… Me reconoces.
-No en esta ocasión -dices.
Y ahí, como un destello en la noche, te desvaneces".
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