jueves, 24 de agosto de 2023
Vieja lozanía (Nuño Jara)
No duden, amigos, que mi frontispicio esté arrugado y repleto de heridas. Revuelvo a respirar. Converso en silencio con Pessoa sobre aquello del desasosiego. Busco respuesta levantando piedras y arañando ciegas conversaciones. Esta curiosidad anancástica es qué menos que vesánica. No hay verdades a medias, sólo certezas finales, ¿existen? Subo a la guarida de mi atalaya. Me descalzo, pero no por última vez; la soga sigue anudada en la más pequeña estalagmita. Recuento y vuelvo a hacer una reflexión profunda. Me quedo con unos párpados cerrados y, de fondo, la música de abubillas y tricaos.
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