jueves, 1 de mayo de 2025

Un solo deseo (Pequenapekenina)

Un solo deseo

Lali aspira el aroma a vida de una campanilla. También a un ser diminuto. Este entra en su nariz.

—¡Qué oscurito!

—¡ACHÍSSS! —Lali estornuda.

El ser sale despedido entre una nube de polen y chispas de luz.

—¡Soy tu hadita! Pide tu deseo.

—¡ALUCINAAANTE! Pero otros peques lo necesitan más. Yo soy feliz.

—¡Cuenta, cuenta!

—Mis compis juegan conmigo poniendo chinchetas en mi silla o escondiendo mi fruta.

El hada crece de tamaño. Abraza a Lali. Ella siente, nuevamente, el cosquilleo de la barba de su papá.

—Siento haberme ido temprano. No es un juego. Es bullying. No estás sola.


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