Asé pimientos, berengenas, cebollas y calabacin en el horno, y puse en ello toda mi historia. La historia de mi madre, abuelas, bisabuelas, tatarabuelas...enseñanzas que mis padres me transmitieron, y en cada pedacito de esos ingredientes, los ví a todos ellos, experimenté lo que ellos sintieron, hicieron, disfrutaron ante sus mesas repletas de criaturas.
Hoy recordé mi historia, simple historia, que no es sólo mía, es de mi madre, de mis abuelas, tatarabuelas y anteriores ancestros..y pensé mañana será de mis hijos, y de los hijos de mis hijos.
Los tuve presentes un suspiro de mi corta vida.
y así les rendí pleitesía, cariño y amor.
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