Mi amor eterno
Después de meses de tratamiento el tumor seguía ahí. -Cariño, hazme el amor. Me he tomado una dosis más y estaré bien un rato.
Había pasado tanto tiempo desde la última vez que lo hicimos...Había fantaseado en volverlo a hacer en una playa, en el campo, frente a una chimenea pero nunca en el lecho donde había batallado contra el maligno.
Nos situamos de lado, el uno frente al otro y la penetré. Buscando el ritmo adecuado, Marta tuvo un orgasmo y yo la seguí. Dormimos plácidamente. Ella no despertó. Su sonrisa y su cara reflejaban la paz verdadera.
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