Sonó el teléfono. Era su ex. Le dijo que lo sentía, que quería volver, que no podía vivir sin él. Sus palabras, a pesar de ser intensas y sinceras, le sonaron huecas tras haberle sido infiel con Joseph, su hermano pequeño. Jordan sonrió y colgó. Luego miró el reloj. Faltaban segundos para que explotara la bomba que había puesto en su casa.
一Así aprenderás a no jugar con mis sentimientos 一le dijo a la nada, al tiempo que escuchó cómo volaba por los aires la casa en la que se habían jurado amor eterno y formar un hogar en común.
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