El escritor y traductor francés alquiló el castillo en Escocia el verano completo. Llegó a Frenton Tower con el encargo de traducir al francés la aparición a nivel mundial del manuscrito inédito de Friedrich Nietzsche.
El cuarto de baño de la Ruthven Suite, ofrecía una bañera, un lavabo y un espejo, junto a un inodoro. La bañera, desgraciadamente, había extraviado uno de sus cuatro apéndices de sustento. Para sorpresa del escritor, descubrió que la bañera sin pata le proporcionaba una perspectiva de pensamiento que de haber mantenido los cuatro apoyos jamás hubiera entendido correctamente la lógica divergente del filósofo alemán.
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