PRIMER PREMIO
Despertó contento Federico con la finalización de ese sueño; unos jovencitos de San Ildefonso anunciaban individualmente, dígito a dígito, el número completo del gordo de la lotería del Niño.
Urgente lo anotó; intentaría adquirirlo por Internet. Convencido: era una premonición, una oportunidad del destino si acaso estaba atento.
Consiguió una serie enterita en una poco segura administración virtual sin explicaciones a nadie, tampoco a Conchi.
El día mágico siguió el sorteo hasta ver y oír las cifras iniciales del premio mayor; coincidían la primera, la segunda, la tercera...
Y a la cuarta advirtió que lo habían estafado.
Carpeto Vetónico
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.