Cubrió su mustio cuerpo con brillantes alhajas, sus cicatrices con delicadas telas sedosas y se atavió con un elegante calzado. Lo había probado todo. Mas aquel cristal seguía reflejando aquella torcida imagen, desabrida e incómoda. No pasó mucho tiempo hasta que encontró la falla. Era su rostro. En él parecían estar grabadas todas sus desgracias, todos sus pecados. El retrato de su desdicha. Decidió empolvarse con el más fino maquillaje, pero resultó inútil. Pensó en sonreír, para solo conseguir una insulsa mueca. Practicó hasta agarrotarse y un día al fin la dominó, aquella dichosa sonrisa. Finalmente, vio la anhelada imagen.
Concurso de Microrrelatos de la Biblioteca de Torre Pacheco
jueves, 24 de agosto de 2023
Cómo dominar la sonrisa (Mar)
Non plus ultra (Ángela Moe)
Estaba fría y ausente desde hacía dos semanas.
Solo ocasionalmente le respondía con algún monosílabo cuando intentaba entablar conversación.
Ella lo había sido todo para él; sus pies y sus manos. Su esclava. La necesitaba más que nunca.
Nuevamente, se dirigió hacia la mesa del salón en un desesperado intento por recuperar la comunicación entre ambos. La pregunta era clara:
- María, ¿cuánto aceite hay que echar en la sartén para freír un huevo?
El vaso que portaba se movió con inusitada ferocidad por el tablero. Esta vez sí hubo respuesta:
- ¡D-É-J-A-M-E D-E-S-C-A-N-S-A-R E-N P-A-Z D-E U-N-A P-U-Ñ-E-T-E-R-A V-E-Z!
Mike (Nyra Wolf)
Le dije a Mike que la necesidad de contar historias diferencia a los seres humanos de los animales y no entendió que, para ello, no había que estar alrededor de una hoguera. Intenté hacerle comprender que la conexión del ser humano con el arte de la creación artística había desaparecido y me dolió que pensase que era porque no había cobertura. Le hablé sobre valores literarios y me preguntó qué mandamiento era ese. Amo leer y lo único que quería era que compartiese mi amor, porque me hubiese gustado que amase los libros tanto como yo lo amo a él.
Ocaso (Arquímedes)
Me encantaban los atardeceres de verano a tu lado. Son ya tantos años juntos que puedo intuir tus gestos, tus miradas y, sobre todo, tus palabras.
Dentro de un rato el sol se nos escapará un día más entre las manos para esconderse al otro lado del mar. Me regalarás alguna caricia en forma de sonrisa que evitaré. Taparás tus hombros dorados y desnudos y acto seguido te llevarás con delicadeza a los labios una copa de vino blanco afrutado.
Y, antes o después, añadirás cómo se nota que los días son cada vez más cortos.
SECUESTRADOR (ÉRAZEL)
SECUESTRADOR
Seudónimo: ÉRAZEL
Si el traje no es para mí, ¿por qué me llama?. Acaba de guiñarme el ojal y sus mangas buscan mi contacto.
No eres feo, eres pobre, me digo. Con este traje, el mundo se abriría a mis pies en modo alfombra roja, bellas mujeres me abordarían con la esperanza de conquistarme, las empresas más prestigiosas y, ¿por qué no? las productoras de cine, se me rifarían sin que yo tuviera que hacer nada más que existir.
Ya he dado el primer paso infiltrándome como empleado de la limpieza. Al menor descuido, el traje se viene conmigo: juntos, seremos invencibles.
Vieja lozanía (Nuño Jara)
DULCE DESPEDIDA (Hércules)
Siempre pensé que tenía alma. Que era un gigante de piedra que, con su recoleta plaza, nos abrazaba; nos protegía de toda desventura y nos acariciaba con sus tibios rayos de sol.
Necesitaba ese abrazo, esa paz interior que sólo pude sentir allí. Y quise vivirla lentamente, saboreando cada segundo, respirando los aromas de mi niñez.
La plazoleta empedrada, testigo de mis correrías, lucía preciosa, limpia, serena. Las deliciosas callejuelas me llevaron hacia mi nueva vida, mi viejo hogar.
Allí pasé mis mejores años. Volvía a mi pueblo, de donde nunca debí salir. De donde, lo prometo, no saldré jamás.
LAS VUELTAS DE LA VIDA (Cloud)
Y pensar que la tengo en mi boda... Con lo mal que nos llevábamos de pequeñas. Yo le tiraba de las trenzas y ella se reía de mi nariz chata. Detrás de esas travesuras había un universo que nos pertenecía, lleno de miradas que no entendíamos y de secretos que no queríamos compartir. «La vida da muchas vueltas», decía mi abuela. Lo pienso y sonrío, mientras coloco el anillo en su dedo y escucho las palabras del funcionario que hoy nos une en matrimonio.
LA PARADA (INDRIYA)
Una avería durante el trayecto hizo que el tren se parase en Torre-Pacheco. Él, trajeado, bajó a fumar.
Miró la pequeña estación y le evocó su infancia, cuando soñaba con abrir una librería-cafetería. Ahora se dedicaba a ir de aquí para allá vendiendo productos que no le gustaban, fantaseado con dejarlo todo y empezar de cero, sin encontrar el valor para hacerlo.
Ante el murmullo, subió tembloroso y se sentó. Sólo esperaba que la avería no condujese a él. Había estudiado hasta el milímetro cualquier variante en su plan. Necesitaba más tiempo para no llegar al final del trayecto.
¿Ética o vida? (Panabs)
¿Es ético enamorarse de un compañero de clase?
Claro que sí, divertido.
60 años, matrimonio de contrato, un hijo, prejubilada, vida monótona, sin ilusión.
Una escuela de idiomas, un curso de inglés, un compañero 15 años más joven, una lenta aproximación, sin darse cuenta.
Atracción, dejémoslo en amistad.
Una cena de fin de curso, una celebración ¡aprobados!, unas copas, fin de la fiesta.
Te acompaño al coche. Los brazos se rozan, se eriza la piel. Dos besos, olor de pasión. Susurro en el oído, vibración en el cuello.
Suspiro, el corazón a mil.
Deseo contacto.
Caricias.
Lo inevitable…
¿Es ético?
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La espera (Sephiroth)
Aguarda escondido a una distancia prudente, el cuerpo entumecido por la quietud prolongada, cara al viento para que el animal no perciba su olor.
El gigantesco alce se acerca al cebo con paso majestuoso, los enormes cuernos erguidos, el gesto tranquilo del que desconoce su pronta extinción.
Por fin, sus miradas se encuentran.
El hombre cierra un ojo, acerca el que tiene abierto al visor, enfoca el objetivo y dispara.
Agotado y satisfecho, dedica un ademán respetuoso al alce, visualizándolo ya en su salón de trofeos.
Con suerte, será la mejor fotografía de su vida.
Perfección Churri
Perfección
Su límite estaba en treinta flexiones. Aún. Después de un mes de gimnasio, solo había logrado eso. Kevin bebió de su batido de proteínas. Esta mierda no funcionaba.
El espejo no mentía. Seguía siendo un trozo de grasa. Ni siquiera se le notaba el pecho, lo que tenía eran tetas. Y él no tenía que tener tetas. Alicia sí. ¡Lo que daría por tocar esas tetas!
Era normal que se riesen de él en el instituto.
Pero m4cho666 tenía vídeos para lograr su cuerpo perfecto y enlaces a webs de esteroides. Caro, pero podía vender las inyecciones que le sobrasen.
El corazón del ángel (Azaria)
Enviado desde mi iPhone
FÓRMULA (P. Peroni)
-Y como sé que esa fórmula va a caer seguro en el examen y yo, con lo despistada que soy, seguro que me dejo la chuleta en casa, he decidido tatuármela.
-Amalia…
-¿Qué?
-Que te la has tatuado en la espalda.
Hubo un silencio incómodo.
-Muy lista no soy, ¿verdad?
DESPERDICIO DE AMOR (Micaela Space)
DESPERDICIO DE AMOR
Los gobiernos y autoridades insisten en que son restos de meteoritos y demás basura interplanetaria desmenuzada. Hay quien opina que es el residuo de un combustible avanzadísimo que dejan las naves de otros mundos, cuando nos visitan para intentar salvar este. En cambio, los más creyentes siguen pensando que son ángeles del cielo que, por algún motivo, han sido desterrados del Paraíso y al tocar tierra se vuelven pelusa celestial. Pero tú y yo sabemos, al buscarnos de lejos, que son los besos y caricias que no nos damos, que sobrevuelan perdidos, buscando inútilmente posarse, hasta caer al suelo exhaustos.
Micaela Space
Disparen al dueño (Deva Prada)
La niña que acabó con la guerra (Sempiterno Bosco)
Sus padres llevaban tres días sin volver. "¡Camila, tira el libro, corre!", le gritaron los niños del pueblo alejándose calle arriba, "¡Ya vienen!". Serena, los vio desaparecer en el horizonte; dejando la puerta entreabierta, entró a casa; cuando los militares irrumpieron, las escopetas por delante, no hallaron a nadie; sobre la cama, un libro ilustrado: en la página abierta, una niña leía sobre la almohada. Al entrar, otros dos soldados hallaron el libro en el suelo; en la última página, los suyos leían al pie de la cama. Se miraron por última vez, y el libro cayó a sus pies.
Título: "Bloqueo creativo" Seudónimo: Quantum Doodles
Bloqueo creativo
Estaba absorto en vanos intentos de escritor, cuando reparé en la figura oscura que oteaba el horizonte. Aquel maniquí asomaba su busto por el balcón. Me pregunté por qué no asomaba también alguna otra parte del cuerpo: ya sea la cabeza, los brazos, una tímida mano… Lo normal ¿no? Aquel maniquí no daba respuesta a la pregunta. No existía la palabra "normal" en ese relieve del pecho. Estaba en blanco como los huecos dónde sus correspondientes partes deberían estar asomando. Agarré el cuaderno y me dediqué a rellenar la respuesta. Conforme la justificaba, "la mujer" fue apareciendo…
Resaca (Kokoro)
Hace dos noches volví a verte.
Fingiría que no esperaba encontrarte,
pero sabía que estarías en el bar de siempre.
Nada más entrar nos cruzamos.
Yo tan borracha, tú tan radiante.
Esperé sentada detrás de la barra,
alimentando mis palabras con copas de vino.
Volví a verte.
Me levanté, no sin esfuerzo, y fui a saludarte.
Volvimos a hablar del tiempo,
de la subida de precios,
de la entrada del otoño
y de las vacaciones.
Volvimos a hablar de todo y de nada,
a discutir sobre lo superficial
y a fingir naturalidad.
Volvimos a no volver.
Simulacro (JF Wolver)
(MADUREZ Pontetabla)
MADUREZ
Cayeron los años. Rodaron la pendiente insobornable de la vida, abocando en un atardecer de efectivo deterioro.
Solo la noche amparará nuestra zozobra. Mejor la noche, sí, para que no pueda la luz arruinar el encanto de lo imperfecto. Mejor para camuflarse, para llorar, para emborracharse, mejor, si acaso, para huir. Mi perro joven oculta su apuro en la noche para poner a salvo la razón de su solvencia.
Ahoguemos, pues, la nostalgia del ayer dilapidado, desterrémosla, y sepultemos bajo la penumbra envolvente de la noche la irreparable madurez que nos delata. Solo así, estimaremos la vigencia del presente.
Pontetabla
El sol y las ilusiones (Fermat)
La niña que mira al sol tiene unos ojos grandes y hermosos. Lo busca los días de azul intenso y se entrega a su voluptuosidad de luz y fuego. Después gira la mirada y en los tejados de chapa del barrio salpican destellos azules y rosas. "¿Vosotros nos los veis?". Y se ríen de la niña de los ojos grandes. Pero ella juega a su filtro de color. Y el sol le baña la carita hermosa. Y despacio, muy despacio, se va adueñando de sus pupilas.
Desde entonces (Camino)
El amor, cuando es verdadero, se reconoce por ese matiz asfixiante que se ancla en la garganta. Loli lo sentía y era la niña de segundo de EGB más feliz del mundo. Juan la elegía en todos los juegos y a todas las horas porque estar con Loli era como dar brillo al cielo. Y se quisieron tanto y todo y el instituto los fue llevando a otras vidas. Corría el tiempo, la droga, el aire y derrapó la vespino de Juan. Por no morir asfixiada, Loli se permitió llorar tres minutos cada día, cinco si arrecia el viento.
En mi cama (Maatkare)
En mi cama.
Se metió entre mis sabanas como un cobarde, sudando y abrazándome con tanta fuerza que casi no me deja respirar, por mucho que intenté que se despegara un poco de mí no lo conseguí, pensé que si pudiera se metería dentro de mi otra vez, como hace 8 años, tranquilo, seguro, protegido…. Me desperté lo suficiente como para saber lo que estaba pasando, le pregunté ¿Qué ha sido esta vez? ¿un ladrón? ¿un asesino? – "zombis" me dijo, y entonces yo lo abracé más fuerte, acaricié su pelo y le susurré al oído "duerme tranquilo que ya estás con mamá".
Renacer (sonómetro)
miércoles, 23 de agosto de 2023
Tren a lo desconocido (Alba Oscura)
"Quieta; observo alrededor.
Ahí, veo esas figuras, sombras de lo que fueron; oscurecidas por el miedo, la incertidumbre, la falta de control de sus vidas.
Ahí, en mitad del negro, emergen brillos dorados; parejas que danzan, hermanos que juegan, abuelos cogidos de la mano.
Ahí, te percibo como una la luz solitaria; como luz solitaria que soy me acerco a tu oído y te susurro. Entiendes mis palabras.
Ahí, el tren se detiene, te miro, te beso, y… Me reconoces.
-No en esta ocasión -dices.
Y ahí, como un destello en la noche, te desvaneces".
ROMPIENDO BARRERAS (SALPA)
Leía un libro. Iba sumergida en la lectura cuando la vi subir; Vi a la protagonista de mi historia. Subió al vagón, me sonrió y con eso, fui feliz. No necesité más. Cerré el libro. Ella era mejor que lo que la ficción podía ofrecerme.
Ese día dejé de leer historias de aventuras y me centré en escuchar a mi madre relatar cada momento vivido, sufrido y superado. Juntas relatamos su resurgir olivando lo malo pasado y, afianzando la creencia de que lo ya vivido, quedó atrás. Gracias a ella, a su ejemplo de superación, rompo cualquier tipo de barrera.
Y ganó ella (Lili)
Pasó meses y meses en su lúgubre cueva sin ser capaz de mover un sólo músculo. Chillaba, muchas veces, pero no se escuchaba nada. Lloraba, sí, pero sus mejillas permanecían secas. ¿La ilusión? Algo ya remoto.
Ese día se levantó. Sé levantó y fue capaz de caminar, y tragar. Caminar hasta la cocina y tragarse veintitrés diazepam.
Así es la depresión. Unas veces te la comes y otras te come. Él no supo gritar con voz. Y ganó ella; y la vida de un chaval se resumió en la fecha y hora de un funeral.
Ya no hubo más. Fin.
Asunto: Lo que quisieron que fueras (Aldebarán)
Lo que quisieron que fueras
Oír a aquel tipo llamarle Manolo le confirmó que nunca podría dejar de ser lo que un día quisieron que fuera: Manolín, hijo… Manu, tronco… ¡Qué jodío, Lolo!... Le asqueaban aquellos diminutivos ridículos. Representaban lo que había tratado de dejar atrás: lo mediocre, lo paleto… a Manolo… Aquel tipo fracasado.
«Llámame Manuel, leches, que no es tan difícil... Don Manuel».
Quién te viera y quién te ve, ¿eh, Manolín? El hijo de la Patro… Yo quería mucho a tu madre… Me cago en… Lolito… ¿Que necesitas trabajo?… Cuéntame, a ver qué podemos hacer… Qué asco de crisis, ¿verdad, Manolo?
Ojos de perro (Wes)
Sobre las baldosas resquebrajadas cayó la sangre y después las lágrimas. El chucho chillaba, desesperado, lamiendo los manchurrones granates que iban escociendo el suelo. De la caja nada quedaba, ni de la vieja, solo quedaba aquel chucho del color del cieno.
Le miró, se miraron.
No eran ojos de perro, eran ojos acusadores, delatores. Eran ojos humanos. ¿Los de la vieja? ¿Qué iba a hacer ahora, eh? ¿Dejar ahí al maldito espectro?
Sobre las baldosas resquebrajadas cayó la sangre, pero ya no hubo lágrimas. Los últimos ojos que se llevó la navaja se apagaron con la imagen del señorito grabada.
("Culicidae", Shua Olgoso)
Amor sin límites (Ninette)
Después de lo que dijo el juez, el señor P. siguió presentando su defensa.
- Nos envolvía nuestra juventud, la adoraba. Desde que me sentí atraído por ella, lo fuimos todo el uno para el otro y la vida solo se sentía realizada cuando estábamos juntos en la misma habitación. Tuve la sensación de que haría cualquier cosa para proteger la imagen de mí que vivía dentro de ella.
La sala se sumió en un silencio sepulcral, solo se escuchaban los flashes de las cámaras.
- Si esto es cierto, es usted culpable de asesinato.
("El filo de la mañana", C.P.)
La búsqueda del sueño verde (Marina)
Me levanté cansada, habitando la ansiedad que la noche no había conseguido amainar. Me preparé rápidamente para llegar puntual a mi sesión diaria.
Mi terapeuta me había propuesto escribir unas líneas sobre un tema inspirador. – Enfócate en un pensamiento alegre- me había dicho.
Me fascinaba, desde niña, la idea de verde infinito y de un estado de naturaleza salvaje y sobrecogedor. Aquellas fantasías cinematográficas me habían calado de forma temprana.
Ella trabajaba con pasión, yo, cansada, pero con denuedo, para hallar, aun azarosamente, la clave del secreto para acallar mi mente.
Esa noche, se hizo el fuego en mi isla.
(Solo un paso - Aporía)
Aproximadamente son setenta centímetros. Te pueden introducir a nuevos mundos, situaciones que cambian tu vida para siempre y generan en ti emociones nunca antes conocidas.
El céfiro aire roza sus mejillas. Las piernas tiemblan y el cerebro colapsa cada tres segundos. Sus huesos notan el frío y sus labios tiritan sin cesar. Las manos tocan su pelo repetidas veces. Un vacío inmenso invade su cuerpo.
Es cruzar un charco, dejarlo atrás.
Suficientemente profundo como para que, si lo pisa, se hunda aún más. No puede rodearlo pues hay mucha niebla a su alrededor. Solo le queda saltar.
Y salta.
JAZMÍN (Zenón Carames). XI CONCURSO DE MICRORRELATOS DE LA BIBLIOTECA PÚBLICA MUNICIPAL DE TORRE-PACHECO 2023 (España)
Tiene tiempo hasta para convertir un cúmulo de trapos inservibles en una bola propicia para el juego de pelota en un terrado. Creatividad en estado puro en la mente de una analfabeta en el escribir, pero una erudita en el arte de amar y apreciar cada segundo con quienes forman su árbol genealógico. Su dicha reside en ser el pegamento que une lo que otros separan, en esculpir figuras rodeadas por un aura que levante el ánimo a cualquiera que merodee su compostura. Su aura.
Se alquila (J.Eslin)
Mis padres tienen en alquiler un pequeño pisito en el centro. Por él han pasado decenas de familias. Sea por lo que sea no suelen quedarse mucho tiempo; se justifican con que la casa es muy antigua, que los vecinos son ruidosos... excusas. Al final nunca terminan quedándose más de un par de meses.
Los nuevos inquilinos me caen bien, son jóvenes universitarios y no pueden permitirse otra cosa. Ayer bromeaban sobre encender unas velas de noche y hacer una ouija. Suena divertido; quizás al fin pueda contarle a alguien como me mataron.
MÁS ALLÁ DEL LATIDO (ONYX)
MÁS ALLÁ DEL LATIDO
Una estrella hierve bajo esta humanidad de carne y sueños. Una luz sin cadenas incendia mi cerradura cardíaca y me invita a cruzar al valle del silencio.
Adentro mío, la metamorfosis acecha. El temor es un espejismo que vomita quimeras carbonizadas. Bajo puertas de sensibilidad prohibida, el humo asfixia la primavera en mis huesos. Y ese ardiente resplandor dibuja una rosa cuyo perfume ha sido rechazado por lunas y soles.
Cierro los ojos y veo.
Como todo fuego, podría matarme.
Como toda llama, podría cegarme.
Y como toda verdad, dará a luz quién soy.
Mi voz (Yeday Micu)
MI VOZ
No entiendo por qué los humanos se asustan cuando me ven, yo no hago daño a nadie, solo intento sobrevivir felizmente pese a la oscuridad, aunque tengo escasa visión puedo orientarme con facilidad para esquivar los obstáculos y buscar alimento. Disfruto mucho cuando oigo hablar y divertirse a los visitantes de la preciosa gruta y rico entorno natural en el que vivo. Tengo la capacidad de volar, tolerar enfermedades mortales, resistir el envejecimiento…
Soy un murciélago, habito en la Cueva del Agua, casi todo el mundo se espanta con mi presencia pero hoy por fin se ha escuchado mi voz.
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HIELO (Biscuter)
Mientras da las órdenes preceptivas, el comandante que dirige el pelotón de fusilamiento recuerda la mirada que le echó aquel niño que, en compañía de su padre, una tarde remota acudió a la cumbre montañosa donde él, apenas un crío de cinco años, acarreaba los pesados bloques de hielo que su padre cortaba a martillo y cincel.
Ahora, el oficial, a punto de ordenar que disparen, reconoce en los ojos del coronel Aureliano Buendía la mirada de aquel niño que, asombrado tras conocer el hielo, le regaló el trozo de pan y el pedazo de chocolate que llevaba encima.
― ¡¡¡¡¡Fuego!!!!!
Belleza y peligro en la orilla (Aurora Tinta)
Con la marea baja, la playa reveló un inusual regalo: calaveras portuguesas varadas.
Sus tentáculos violáceos y venenosos eran un recordatorio frágil de su peligrosa belleza. Los bañistas observaban maravillados y aterrorizados, manteniendo la distancia mientras el mar entregaba su enigma mortal. La naturaleza recordaba su poder, tejiendo un cuadro de respeto entre la orilla y el océano. Con la marea alta, las calaveras portuguesas regresaron a lo profundo, dejando en la playa la huella gelatinosa de su presencia letal.
MAR EMBOTELLADO (Miureño)
¿Cómo contener el mar en una botella? ¿Cómo constreñir introducción, nudo y desenlace en tan limitado espacio? Convendría condensar todas las esencias y matices que le otorguen su propia personalidad, como en un frasco de perfume, en un centenar de palabras que ya se me escapan precisamente en su mitad.
Olas, una tras otra, que cuentan su propia historia justo al morir rompiendo sobre la orilla. Por ello, lo más adecuado debería constituir sentarse frente a él y dejar que hable, usando todas las palabras que necesite aunque luego yo tenga que introducirlas en una botella sin pasar de cien.
La magia frente al Palacio de Navarra (fransacris)
Coincidimos en una confitería frente al Palacio de Navarra. Ella iba a pagar unas pastas y había olvidado el monedero. Me ofrecí a costear el importe y terminamos sentados frente a un café. Al día siguiente comenzaba el primer encierro de los sanfermines. Dije que no me perdía ninguno y siempre terminaba moviéndome deprisa. Ella contó que solía situarse al pie del vallado. No me atreví a entrar en detalles, ni a pedirle el número de teléfono. Luego maldije mi timidez.
Al día siguiente apenas escuché el cántico en honor al santo, tampoco el estampido del cohete de salida.
martes, 22 de agosto de 2023
Zorongollo (Luna ROJAS)
Poco podía saber yo, extremeño de cepa, cuando en un bar de Cartagena me sirvieron un zarangollo. Esperaba recibir mi ensalada habitual con pimientos rojos y tomates, pero en su lugar me encontré con un revuelto de huevo con calabacín, cebolla, y no sabría decir si llevaba patatas. Le pregunté a la camarera si la receta había cambiado de aquí a un mes, quién sabe si a lo mejor, me han estado sirviendo plata a precio de oro. Degusté el plato, y repetí. Ahora en Extremadura siempre me dan la ensalada, en lugar del delicioso manjar.
(Noticiero del día - Forerunner1500)
Son las ocho de la tarde y, ajena a todo lo que está ocurriendo en el mundo, me dispongo a encender la televisión. Tormentas tropicales en California y Tijuana, ataque por medio de drones del ejército ucraniano en Moscú, España gana la final del mundial de fútbol femenino, por fin una buena noticia. No hay catástrofe natural más grande que la catástrofe humana. Así es como en el transcurso de toda una generación, la mayoría de la población es testigo de una decadencia producida por las guerras, el cambio climático, y un sinfín de desastres producidos por nuestro propio egoísmo.
El rey Arturo (Acróbata)
Llegó tarde para darse cuenta de ello, pero de inmediato sintió, en su fuero interno, en lo más privado, prohibido y odiado de su ser, que debía sacar la espada de la piedra.
Lo intentó de todas las formas que alguien alguna vez le dijo, suspirando, llorando y gritando. También lo hizo como su instinto le impulsaba pero siempre falló…Hasta aquel día nunca llegó a pensar que no existía tal piedra y que la espada nunca estuvo clavada. Al ser consciente, sintió el fuerte acero en su puño y su corazón pétreo al fin liberado.
Storge (Brisa Marina)
Ante mis primeros pasos en aquel extraño mundo, los rápidos latidos de mi corazón marcaban otro ritmo distinto a mis movimientos. Sobre las gigantes flores, las abejas zumbaban para hacerlo después alrededor de mi cabeza. Las golpeé con un tallo seco. El zumbido aumentó de volumen. Coloqué una mano a modo de visera y miré al cielo rojo desvaído. Un enorme insecto volador bajaba y se acercaba hacia mí velozmente. Su ataque hizo que elevara en el aire como una muñeca de trapo cayendo inerte al suelo... Debí pensar en la existencia del amor de madre en aquel extraño mundo.
PERSEGUIDOS - P.HIGHLANDER
Olían mucho y pasaban sobre mi cabeza. Salir a la calle en aquel lugar era arriesgado. Necesitaba llegar hasta el callejón donde se ubicaba la tienda de comestibles. Trepar la pared hasta alcanzar la ventana, colarme y coger alimento. Éramos odiados y nuestra detención nos conducía al sufrimiento. Debíamos vivir ocultos. Prefería salir de noche. Era cuando olían más, pero tenía a mi favor que no pasaban tantos sobre mi cabeza. El callejón entonces empeoraba. Se encharcaba por los chorros amarillos y templados que vertían los olorosos. Detestaba regresar a casa con la barriga, las patas y la cola mojada.
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Monstruos debajo de la cama (Rita)
No consigue dormir por la tormenta. En la oscuridad, cuenta con sus pequeños dedos los segundos que pasan entre relámpago y trueno. Afligido, comprueba que cada vez son menos.
Por un instante su mirada se detiene en el techo de la habitación, donde el reflejo de las luces de los coches al pasar crea mágicas figuras que parecen bailar. Un nuevo estruendo le devuelve el miedo. Con sigilo, sube a la cama del niño y se acurruca junto a él hasta el amanecer, momento en que, como cada día, volverá a esconderse debajo hasta la siguiente noche.
FUNERAL FALLIDO .(UMA)
NUEVO COMIENZO (PENÉLOPE)
Cuando cogió la caja de cartón sintió una intensa sacudida. A punto estuvo de ser arrastrada por quince años de reuniones, miles de llamadas, alguna mediocre subida de sueldo, dos bajas por maternidad, varios jefes y una úlcera sangrante. Se agarró fuerte a los bordes invadida por el vértigo. Tras sujetarse bien vislumbró al fondo la oportunidad de ser dueña de su tiempo. Había llegado el momento de empezar de nuevo, de disfrutar de los pequeños placeres sin prisa, de vivir. Nunca pensó que algo llamado finiquito pudiera devolverla al principio. Saltó y se dejó arrastrar por ese vórtice desconocido.
"El punto de vista del perro" (Marie Rose)
EL PUNTO DE VISTA DEL PERRO
El perro había visto muchas cosas raras a lo largo de su vida y había llegado a la conclusión de que los humanos eran los seres más extraños de todo el planeta, empezando por sus propios dueños, los cuales discutían cada dos por tres, se pasaban todo el día estresados y se quejaban por todo. Sin embargo, cuando se enteró de que habían decidido dejar sus trabajados y su casa e irse a viajar y a vivir en autocaravana con él, se sintió muy satisfecho.
"Por fin se comportan con normalidad", pensó mientras se alejaban de la civilización.
Solo (Guía de Roca)
Frío. Nueve años de viaje criogénico para trasladar a todo superviviente humano. Por supuesto que lo primero que siento tiene que ser frío. ¿Por qué tanto silencio? Solo el incesante parpadeo de una luz roja y el goteo constante de alguna tubería sin sellar.
No entiendo los comandos del panel. En la Tierra enseñaba biología, háblame de células y genética, no de física teórica y viajes interestelares. ¿Por qué no hay nadie más despierto? Mi cápsula, el goteo. "Fallo de sistema de soporte vital". Eso hasta yo puedo entenderlo. Ocho años para llegar. Ocho años en mitad del espacio. Solo.
(El último Padillano / Ruiz de Padilla)
Amor mío miénteme por Alicia Doval
Amor mío, miénteme
Por Alicia Doval
Su paso intentó ser firme, porque era importante que él, condenado a vivir entre sombras, no distinguiera la decadencia de su mujer. Se sentó ante el piano y acarició las teclas, marfil y ébano, que fueron sus compañeras durante tantos horas de apasionado estudio arrebatadas a la vida, en busca de una perfección que ahora se demostraba inalcanzable. Pulsó el botón del reproductor y la música inundó la sala, mientras sus dedos artríticos recordaban a la pianista que nunca volvería a ser. "¡Bravo! ¡Magnífica!", gritó él para disimular el leve roce de la cinta que su oído aún perfecto oído captó.
EL OCASO DEL ÍDOLO (Kalamazoo)
—¿Quiere un autógrafo, señora?
María Domínguez, empleada de la gasolinera «El tesorillo» desde hacía más de veinte años, miró al joven por encima de sus lentes progresivas: un rostro infantil cubierto de tatuajes, gafas oscuras y una joyería en cadenas de oro sobre una camiseta XXXL.
—¿No me reconoce? —El joven parecía extrañado—. Soy AlbaC.T., mejor artista del año según la revista Trapggaeton, y mi tema con Baby G. feat Alejandría feat Go.N.Gora "Tu perreo me emperra" es el número uno...
—Cariño, para mí eres el número cuatro —dijo María señalando el surtidor—. Son noventa con diez. ¿Efectivo o tarjeta?